domingo, 26 de febrero de 2012

¿Cuál es el límite?

¿Sabías que hay límites que Dios estableció? Dios nos dotó de dos señales para indicarnos: primero, que nuestro cuerpo necesita combustible. Y esta señal es la sensación de hambre fisiológico. No hay nada de malo y pecaminoso en esto, sino que es simplemente una señal que el cuerpo no está pidiendo comida. Este límite es el más fácil de advertir. Y no debemos pasarla por alto. El otro límite es el de la saciedad. Y este límite sí es difícil advertir. ¿Cuánto es lo suficiente? Es difícil porque hemos estado acostumbrados a comer porciones enormes y muchos no paramos de comer hasta limpiar el plato. Hay algunos que vienen de familias donde se premiaba el que se comiera todo y el plato quedaba limpio. Este no es un límite. El límite es el sentir la sensación de sobriedad cuando uno está satisfecho, no lleno!! Es por eso que es fundamental para bajar de peso y mantenerse, el descubrir y no dejar pasar por alto estos dos límites fundamentales. Hay que comer cuando tenemos hambre fisiológico, no emocional. Cuando tenemos hambre emocional, tenemos que orar, hablar con un amigo o cónyuge, leer la palabra, salir a caminar, y "si querés llarar, llorá"! Pero no comas porque la comida no saciará ese apetito interno. Para saber hasta donde comer, tenemos que implementar un sistema de RACIONES. Para comenzar se aconseja que se coma la mitad, es decir el 50% de lo que se venía comiendo, sólo cuando uno tiene hambre. Si te comías 2 milanesas, ahora cómete sólo una. Si te comías 4 empanadas, cómete dos. Esto es fundamental para descubrir el límite de la saciedad.

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